La alimentación deportiva es esencial cuando practicamos deportes y queremos sacar el máximo rendimiento. Tiene varios fines, no solo perder peso; entre sus objetivos están mantener la salud, lograr una correcta nutrición del organismo y mantener el peso ideal en el tiempo.
Constituye uno de los elementos clave al practicar ejercicio, y de ella depende que obtengamos los nutrientes necesarios para la vida diaria (proteínas, vitaminas, carbohidratos, fibra, etc.).
La alimentación deportiva también depende de los objetivos personales que tengamos: incrementar la masa muscular, perder algunos kilos, manejar el estrés, mejorar la salud general o aumentar el rendimiento en el ejercicio diario.
Siempre se recomienda complementar la alimentación deportiva con suplementos deportivos, como pueden ser los batidos proteicos, para una correcta nutrición.
Es importante, además, vigilar qué cosas se consumen y en qué cantidades, ya que de lo contrario no obtendremos buenos resultados para aquello que nos proponemos con una dieta deportiva.
Además, también dependerá de qué deportes practiquemos, pues si son de alto rendimiento la ingesta de alimentos deberá ser bastante concreta para que la nutrición sea eficaz.
5 consejos para una buena alimentación deportiva
Ten en cuenta que la alimentación y la actividad física, es decir, el ejercicio (sea como sea) es una dupla que no puede romperse.
Tanto una buena alimentación como la actividad física mantendrán saludables nuestros músculos y huesos, previniendo posibles lesiones articulares o musculares. Además, nos permite recuperarnos más rápido del esfuerzo físico al practicar deportes.
1. No consumir nada inmediatamente antes del ejercicio
Cuando vamos al gym o salimos a correr, no es conveniente que comamos nada justo antes de hacer deportes. La razón es sencilla y fisiológica: al comer, el cuerpo necesita un tiempo para procesar la comida.
Si corremos o nos entrenamos después de comer, notaremos que tal vez nos falte energía o tengamos calambres. Esto es porque el organismo se concentra en la digestión.
Si necesitas comer algo antes de la práctica deportiva, come una manzana o un plátano, que se digieren fácilmente.
2. Varía la alimentación deportiva
Debes conocer los distintos tipos de alimentos que hay para que tu alimentación sea variada y no te falten elementos de nutrición.
En una alimentación deportiva, los componentes podrían tener los siguientes porcentajes: carbohidratos (60 %), proteínas (15 a 20 %), grasas (20 %), agua, minerales y vitaminas (el 70 % del peso corporal).
3. Utiliza correctamente los suplementos nutricionales
Si bien son necesarios, tampoco es bueno abusar de ellos. Contribuyen a la nutrición, sin duda, pero tómalos bajo orientación profesional. Ten en cuenta que no sustituyen la alimentación, aunque te pueden ayudar a alcanzar determinados objetivos, como más energía o aumentar la masa muscular.
Los más habituales son los combinados de antioxidantes, minerales, vitaminas y proteínas.
4. Toma suficientes carbohidratos
Los carbohidratos son los elementos nutritivos que nos proporcionan la energía diaria. Son esenciales para tener reservas de glucosa en nuestros músculos. Ahora bien, fíjate que los carbohidratos que ingieras sean complejos (tubérculos y cereales, por ejemplo).
Olvídate del pan blanco, el arroz y las pastas normales (a menos que sean integrales).
5. Grasas sí, pero cuidadas
Para mantener la salud, los nutricionistas recomiendan bajar a 20 % el consumo de grasas, y que estas sean preferentemente insaturadas y de origen vegetal, como el aceite de oliva, el aguacate o los frutos secos.